jueves, 22 de abril de 2010

EL NAUFRAGIO DE LA LIBERTAD

Comentarios acerca del libro ETICA PARA AMADOR de Fernando Savater.

Muy interesante la forma como aborda el tema el autor, al más clásico estilo de Cicerón, quien hizo lo propio con su hijo Marco, o de Séneca, que a su amigo Lucilio escribió memorables cartas; pero en este caso usando un lenguaje totalmente llano y pretendiendo simplificar los conceptos, todo en un intento de hacerlo mas digerible a los adolescentes a quienes va dirigido.

El autor centra su exposición en la idea de libertad, planteando la ética como una especie de opción de vida libre pero ineludible para el buen vivir y, en consecuencia, hacer de la ética una práctica constante que le causa satisfacción. Se plantea también que así como poseemos las cosas, estas también nos pueden poseer a nosotros, avasallándonos, sometiendo nuestra libertad.

Finalmente y a mi entender, lo mejor del texto es el llamado a ser más auténticos, a ser mas libres, a discernir entre lo fútil y lo relevante para nuestro bienestar, y a tomar conciencia de la capacidad de elección que tenemos, pero una elección responsable que nos transforme cada día y adecúe mejor nuestra verdad como seres humanos, es decir, que permita el “buen vivir”.

Siendo crudamente sincero debo decir que no es de mi agrado el planteamiento de Savater. Centrado casi exclusivamente en la libertad, se capta un ambiente conceptual anarquista. También se percibe un dejo de hedonismo en el autor. Amén de resultar muy “ligero” en sus conceptos, pero no por sus destinatarios, los adolescentes, sino por la manifiesta insuficiente profundidad trascendental en sus planteamientos.

Es que la libertad plena supone restricciones que se nos imponen, y ser “libres”, también implica percatarnos y someternos a ellas. Dicho de otra forma, no nos abstenemos de matar a otro ser humano porque libremente decidimos que es contrario a nuestro bienestar, de tal forma que estaríamos facultados para hacerlo o no hacerlo, dentro de nuestra conciencia individual y sin coacción alguna ( a menos de la convencional, impuesta por estatuto de las leyes) sino porque es contrario a nuestra esencia como seres humanos, es decir, una especie que fue, es y será, y de la cual cada individuo, en su particularidad y unicidad es tan solo un eslabón, un instante histórico de un transitar transcendental. Que tengamos o no conciencia de ello, es otra cosa.

Esta visión de un ser humano más humilde ante la inmensidad del universo que lo rodea, consciente de las facultades que posee, pero también de sus profundas carencias. Un ser humano que comprenda que cuanto más acepte y se someta a los inexorables que determinan su existencia en el cosmos, más libre y pleno será. Esta es la visión que está comenzando a plantearse la humanidad desde finales del siglo pasado, dejando atrás la fracasad tesis racionalista egoísta.

También afirma el autor que el principal Derecho Humano es el de no ser iguales a los demás, y plantea la dignidad humana como una especie de certificado de unicidad, de individualidad que nos hace semejantes. Cuando sería al contrario. El gran problema del hombre es el haberse considerado diferente uno de otro. La dignidad se relacionaba con la posesión de bienes materiales. El gran avance de la humanidad como tal, es el haber reconocido la igualdad del ser humano, y no es la dignidad lo que nos hace semejantes, sino que es la igualdad la que nos hace dignos.

Además señala el autor que el lenguaje es simplemente una creación cultural que heredamos y aprendemos. Esto se contrapone a las teorías de autores como Noam Chomsky, quien postula la existencia de principios generales abstractos de gramática universales en la especie humana (gramática universal) y un conjunto de reglas innatas que permiten traducir combinaciones de ideas a combinaciones de palabras (Gramática generativa).

En conclusión, y pidiendo disculpas si estos postulados resultan un tanto pedantes, pero siguiendo a Savater, es una libre opinión. Creo que la intención del autor naufraga al pretender sustentarla únicamente en un supuesto ejercicio libre y pleno de la libertad, pues desde los inicios de los estudios jurídicos, se fundamenta la formación en una triada: libertad, igualdad y justicia. La libertad plena debe ser demarcada. Solamente siendo libres podemos ser iguales, pero a su vez, la igualdad define y permite la plena libertad, y si no somos libres e iguales, no podemos ser justos y equitativos.

Así pues, la igualdad y la justicia redimen al hombre. Sin estos valores el ser humano sería simplemente un náufrago pretendidamente libre en un océano de absurdos y sin sentidos, ya que la libertad debe tener referencias, tiene necesariamente que estar orientada hacia fines transcendentales.

Javier A. Rodríguez G.

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La palabra escrita se independiza del autor y trasciende las barreras del espacio tiempo, haciéndose evidencia que delata el pensamiento y desnuda los sentimientos.(Javier A. Rodríguez G.)